El precio de los alimentos registró en abril subidas inusitadamente altas con la pandemia y el cambio en los hábitos de compra por el confinamiento social como telón de fondo, en contraste con un marzo que se saldó sin grandes cambios.
Los alimentos y las bebidas no alcohólicas se encarecieron un 4 % respecto al mismo mes del año anterior, según los datos de inflación oficiales conocidos esta semana. Para encontrar un incremento interanual de esa proporción hay que retroceder hasta julio y agosto de 2013, cuando se dispararon un 4,4 %.