“La formación, la educación y los espacios culturales y de ocio ocuparán parte de esas antiguas oficinas bancarias que hoy vemos vacías”
Una segunda vida. El inmobiliario y el retail en la calle ofrecen no sólo una segunda vida, sino alternativas para dar otra oportunidad. La vida sigue, y con la vida, y de su mano, camina el retail.
El sector ha sufrido varios apocalipsis, y, cada cierto tiempo, aparece un falso relato al respecto que algunos tratamos de desmentir. Se ha puesto en cuestión desde muchos ángulos, pero sus fundamentales son tan sólidos que, incombustible, ‘erre que erre’, ahí sigue reinventándose y adaptándose a los nuevos tiempos. Si no hay retail, no hay concepto de sociedad.
El retail es el mejor representante de los usos y costumbres de una ciudad o un país. Siempre comparto la misma reflexión en forma de definición. Es el espejo de la sociedad y su cultura, y nos muestra cómo actúa; disfruta; consume; se divierte, y, sobre todo, cómo se relacionan esas personas que trabajan, viven y compran en ella.
En términos más técnicos, el gran problema es que sigue habiendo debate sobre qué es retail, y algunas consultoras y prestigiosos informes contribuyen a ese debate. Se debería dejar de discriminar tanto y de estar constantemente ‘deshojando la margarita’. La banca es retail, aunque algunos hagan subcategorías.
La banca es retail, como lo es el bar Antonio; Starbucks; McDonald’s; la farmacia del barrio; Zara o cualquier concepto del gran Inditex. El Corte Inglés es retail, como lo es la tienda de Apple, Vodafone, un concesionario de coches BMW o el EAE Business School. Cuando se discrimina demasiado, sacando de los datos y los rankings muchos conceptos que sí son retail; sale una foto irreal, obsoleta y posiblemente sesgada.
Cuando el desconocimiento no deja ver esta foto, se pierde la visión de 360 grados y esa profundidad que ofrece variables, alternativas y oportunidades para desarrollar el cambio y generar el valor a un inmueble retail. Ese cambio es el que te ofrece una segunda vida. Para entender todo esto, hay que saber bucear dentro de la profundidad de este inmenso mercado, como si de un océano se tratase.
Cojamos uno de esos relatos catastrofistas y apocalípticos: la banca retail y sus cierres. Donde un día los bancos y cajas de ahorros reinaban en todas las calles de España, ahora, tras la reestructuración del mercado financiero y el nuevo paradigma del propio negocio bancario, el retail nos ofrece una enorme oferta de metros cuadrados y disponibilidad de espacios que esperan una segunda vida, otra oportunidad.
Lo que antes fue una sucursal bancaria, hoy puede llegar a ser una clínica; un supermercado; un restaurante; una tienda gourmet; de ropa; de complementos; de deportes, o, incluso, un gimnasio. Donde antes había un banco, hoy puede haber una oficina de seguros, una inmobiliaria, o, paradójicamente, otra sucursal bancaria con aires renovados.
Donde antes había una entidad bancaria, hoy ese local puede acabar reconvertido en dos, tres o cuatro viviendas, o, incluso, un concepto hostel, apartamentos turísticos, y hasta, trasteros urbanos.
La formación, la educación y los espacios culturales y de ocio ocuparán una parte de esos inmuebles que hoy vemos vacíos. Quién lo diría, pero así es, tu antigua sucursal bancaria puede ser una galería de arte.
Y esto es bidireccional, porque una sucursal bancaria puede ser reconvertida en una escuela de negocios. Y, a la inversa, tres restaurantes separados solo por tabiques, después de unirlos, pueden llegar a crear una sola oficina bancaria experiencial de más de 1.000 metros cuadrados. No es una teoría, ni un caso en estudio, es una experiencia profesional y personal que he tenido la suerte de vivir, y hoy poder compartirlo.
Las opciones son muy variadas y las alternativas, muy diversas y cambiantes. Y, sobre todo, en un mercado tan dinámico, la gestión del cambio se debe hacer desde el profundo conocimiento de lo que tienes entre manos. Esto va mucho más allá del Excel y los datos. Aquí juega un papel importante el concepto retail. Y saber ‘bucear’, en esa profundidad del mercado, para poder ofrecer una segunda vida, una nueva oportunidad.
Una segunda vida. El inmobiliario y el retail en la calle ofrecen no sólo una segunda vida, sino alternativas para dar otra oportunidad. La vida sigue, y con la vida, y de su mano, camina el retail.
El sector ha sufrido varios apocalipsis, y, cada cierto tiempo, aparece un falso relato al respecto que algunos tratamos de desmentir. Se ha puesto en cuestión desde muchos ángulos, pero sus fundamentales son tan sólidos que, incombustible, ‘erre que erre’, ahí sigue reinventándose y adaptándose a los nuevos tiempos. Si no hay retail, no hay concepto de sociedad.
El retail es el mejor representante de los usos y costumbres de una ciudad o un país. Siempre comparto la misma reflexión en forma de definición. Es el espejo de la sociedad y su cultura, y nos muestra cómo actúa; disfruta; consume; se divierte, y, sobre todo, cómo se relacionan esas personas que trabajan, viven y compran en ella.
En términos más técnicos, el gran problema es que sigue habiendo debate sobre qué es retail, y algunas consultoras y prestigiosos informes contribuyen a ese debate. Se debería dejar de discriminar tanto y de estar constantemente ‘deshojando la margarita’. La banca es retail, aunque algunos hagan subcategorías.
La banca es retail, como lo es el bar Antonio; Starbucks; McDonald’s; la farmacia del barrio; Zara o cualquier concepto del gran Inditex. El Corte Inglés es retail, como lo es la tienda de Apple, Vodafone, un concesionario de coches BMW o el EAE Business School. Cuando se discrimina demasiado, sacando de los datos y los rankings muchos conceptos que sí son retail; sale una foto irreal, obsoleta y posiblemente sesgada.
Cuando el desconocimiento no deja ver esta foto, se pierde la visión de 360 grados y esa profundidad que ofrece variables, alternativas y oportunidades para desarrollar el cambio y generar el valor a un inmueble retail. Ese cambio es el que te ofrece una segunda vida. Para entender todo esto, hay que saber bucear dentro de la profundidad de este inmenso mercado, como si de un océano se tratase.
Cojamos uno de esos relatos catastrofistas y apocalípticos: la banca retail y sus cierres. Donde un día los bancos y cajas de ahorros reinaban en todas las calles de España, ahora, tras la reestructuración del mercado financiero y el nuevo paradigma del propio negocio bancario, el retail nos ofrece una enorme oferta de metros cuadrados y disponibilidad de espacios que esperan una segunda vida, otra oportunidad.
Lo que antes fue una sucursal bancaria, hoy puede llegar a ser una clínica; un supermercado; un restaurante; una tienda gourmet; de ropa; de complementos; de deportes, o, incluso, un gimnasio. Donde antes había un banco, hoy puede haber una oficina de seguros, una inmobiliaria, o, paradójicamente, otra sucursal bancaria con aires renovados.
Donde antes había una entidad bancaria, hoy ese local puede acabar reconvertido en dos, tres o cuatro viviendas, o, incluso, un concepto hostel, apartamentos turísticos, y hasta, trasteros urbanos.
La formación, la educación y los espacios culturales y de ocio ocuparán una parte de esos inmuebles que hoy vemos vacíos. Quién lo diría, pero así es, tu antigua sucursal bancaria puede ser una galería de arte.
Y esto es bidireccional, porque una sucursal bancaria puede ser reconvertida en una escuela de negocios. Y, a la inversa, tres restaurantes separados solo por tabiques, después de unirlos, pueden llegar a crear una sola oficina bancaria experiencial de más de 1.000 metros cuadrados. No es una teoría, ni un caso en estudio, es una experiencia profesional y personal que he tenido la suerte de vivir, y hoy poder compartirlo.
Las opciones son muy variadas y las alternativas, muy diversas y cambiantes. Y, sobre todo, en un mercado tan dinámico, la gestión del cambio se debe hacer desde el profundo conocimiento de lo que tienes entre manos. Esto va mucho más allá del Excel y los datos. Aquí juega un papel importante el concepto retail. Y saber ‘bucear’, en esa profundidad del mercado, para poder ofrecer una segunda vida, una nueva oportunidad.