El universo blockchain revoluciona el sector financiero y España espera apostar por su aplicación y regulación este 2022
La cadena de bloques mejora la trazabilidad de los alimentos y salvaguarda la privacidad de los datos médicos de los pacientes
Cada vez oímos hablar más sobre los conceptos blockchain (traducido literalmente como “cadena de bloques”), criptomonedas y criptoactivos, entre otros. Como consecuencia, la sociedad y la tecnología avanzan a pasos agigantados para adaptarse a esta nueva revolución, llegando al punto de “renovarse o morir”. Pero, ¿sabemos qué es blockchain?
Blockchain es una estructura de datos agrupada en una cadena de bloques a los que se les añaden informaciones codificadas relativas a alguna transacción en la red. Su importancia radica en la posibilidad de realizar acciones, que se hacen bloque a bloque, tanto con transacciones monetarias como con datos.
Un paso más allá de Internet
Internet, en un comienzo, durante los años 70 y 80, era totalmente abierto y nos comunicábamos a través de nodos. Úrsula O’Kuinghttons, directora de Relaciones Públicas de Parity Technologies, empresa tecnológica que desarrolla la blockchain Polkadot, explica a Capital que a partir de los 2000, Internet comenzó a centralizarse en torno a cinco grandes empresas, que son las que controlan nuestras vidas digitales.
Blockchain es la siguiente capa, por eso se le llama Web 3. La Web 1 fue el comienzo de Internet y la Web 2 es aquella en la que comenzamos a interactuar a través de la red, es decir, es la capa en la que se crearon los blogs, los usuarios y las redes sociales.
“La Web 3 es la siguiente capa”, explica O’Kuinghttons refiriéndose a la actual descentralización de Internet. ¿Qué se pretende con ello? Quitar los middle men, es decir, los intermediarios. Por ejemplo, si quiero entablar una conversación telefónica con alguien que está en Chile, lo haré a través de WhatsApp, que, en este caso, sería el middle men. Lo que plantea blockchain es que se pueda ejecutar esa conversación telefónica de forma directa sin necesidad de recurrir a ningún intermediario en el proceso.
Blockchain lleva 11 años en desarrollo. Tal y como explica O’Kuinghttons, estas redes están aún en una fase muy temprana y “no son ni las más eficaces, ni las más rápidas”. El primer protocolo nació con Bitcoin, una divisa virtual que va creciendo en el tiempo, pero que no genera mayores aplicaciones para el desarrollo en Internet. Sobre Bitcoin, surgió Ethereum, una tecnología de gestión comunitaria que impulsa la criptomoneda ether (ETH) y alberga dinero digital, pagos globales y aplicaciones en las que los creadores pueden generar ingresos en línea.
¿Qué añadió Ethereum a Bitcoin? Los smart contracts o contratos inteligentes, que son lenguajes de programación que hacen posible crear aplicaciones de experiencias para los usuarios. Estas aplicaciones se encuentran en el sistema financiero y son protocolos que utilizan las empresas para que sus usuarios operen con sus transacciones a través de ellas sin necesidad de pasar por una entidad financiera. Su principal ventaja es esa, poder realizar contratos sin la intermediación de terceros.
Desde el pasado año, podemos hablar de un boom, o, en palabras de O’Kuinghttons, un “punto de inflexión en este universo, ya sea en el mundo financiero con las inversiones o con los NFTs (Non Fungible Tokens)”, que son esos tokens o activos digitales únicos, cuya característica principal es que no se pueden modificar ni intercambiar por otros de igual valor. Principalmente, los NFTs, conocidos como “obras de arte únicas”, se utilizan en la industria creativa y en el arte.
Actualmente, blockchain se encuentra en una fase de despegue y las empresas todavía están en el proceso de conocer este nuevo universo. Las aplicaciones específicas que utilizan esta Web 3 son las de finanzas descentralizadas (DeFi), las de experimentación con NFT’s y, en cierta manera, explica O’Kuinghttons, aquellas que pertenecen al mundo del periodismo también está comenzando a especializarse en blockchain.
¿Qué ventajas ofrece Blockchain?
La principal novedad de este nuevo universo es la de poder utilizar aplicaciones descentralizadas en las que no sea necesario pasar por una entidad específica (intermediaria) para enviar un mensaje, dinero o interactuar a través de Internet. Esto supone que nuestros datos solo podremos controlarlos nosotros mismos y existiría la posibilidad de elegir qué queremos compartir y qué no.
En palabras de la directora de Relaciones Públicas de Parity Technologies, a día de hoy, nuestros datos están repartidos entre servidores mundiales de los que desconocemos sus objetivos. Blockchain va un paso más allá de lo que conocemos hasta hoy.
Entenderlo es mucho más fácil si lo llevamos a la vida cotidiana. Supongamos que se produce una transferencia económica entre dos usuarios. En esta situación, de forma automática, los servicios informáticos de los bancos se encargan de actualizar las cuentas de ambos, pero ninguno de ellos conoce ni tiene el poder de esa información que está siendo transferida de banco a banco.
¿Qué introduce blockchain en esta situación? La posibilidad de que sean los usuarios quienes realicen esa transferencia, sin necesidad de recorrer la pasarela virtual entre las entidades bancarias. De este modo, la información quedaría registrada en blockchain, pero no en uno o dos bancos.
Además, industrias como la de la alimentación ya están comenzando a utilizar blockchain, ya que ofrece la posibilidad de mejorar la trazabilidad de los alimentos, así como una mayor velocidad y eficiencia de la cadena de producción. Lo mismo ocurre con el sector sanitario que, gracias a blockchain, puede asegurar la privacidad y la integridad de los datos médicos de los pacientes o realizar la verificación de los medicamentos o las vacunas.
¿Cómo se regula el universo blockchain?
O’Kuinghttons explica que “hoy por hoy, se está hablando mucho de la falta de regulación dentro del mundo blockchain en relación con las transacciones financieras».
«Hace cinco o seis años se hablaba de que era muy fácil blanquear dinero a través de las criptomonedas, pero hoy día es algo prácticamente imposible, porque los reguladores saben encontrar este tipo de transacciones”
Porque, como se dice, “blockchain es una especie de libro de contabilidad en el que es imposible eliminar o modificar la información, solo se puede añadir”, porque los bloques están conectados entre sí en una línea temporal. Esto hace que en pleno 2022, sea mucho más fácil realizar transacciones ilícitas con dinero en metálico que con criptomonedas.
Dentro del sector de las finanzas descentralizadas (DeFi), hay muchas empresas que están en una línea de semi-regulación, porque tienen ciertas legislaciones en sus países de origen, tal y como explica la directora de Relaciones Públicas de Parity Technologies. Los gobiernos de los diferentes países trabajan a contrarreloj para adaptarse a esta nueva realidad y poder regularla y, algunos de ellos, como Estados Unidos, ya cuentan con una regulación específica. “Los reguladores saben cada vez más sobre blockchain, criptodivisas y la regulación de este mundo”, explica.
En España, afirma O’Kuinghttons, la CNMV está “hablando bastante” de no dejar al libre albedrío la revolución de las criptomonedas y el blockchain, y, por ello, están trabajando en una ley sobre criptodivisas. Por ejemplo, Bit2Me, la principal plataforma de criptomonedas española, tiene que cumplir una serie de regulaciones a nivel nacional.
A pesar de que España esté trabajando en temas de regulación, “hay países en Europa, como Portugal, que están bastante más avanzados, tanto en legislación como en espacios para la experimentación”, apunta O’Kuinghttons, quien espera que, con la llegada de la nueva regulación por parte de la CNMV, España pueda situarse a la cabeza del universo blockchain.