Directora General de la Asociación de Fabricantes de Equipos de Climatización (AFEC)
La bomba de calor, «reina» de la descarbonización, representa una energía renovable fiable, eficiente y rentable que arrasa en Europa
A algunas personas les gustan los cambios, y a otras, la estabilidad. Desafortunadamente, nuestro medioambiente refleja sus propios cambios de una manera lenta, pausada y tácita que no sabemos o no queremos interpretar a tiempo. En AFEC seguimos de cerca el impacto medioambiental desde nuestro nacimiento en el año 1977 y apostamos de forma decidida por las energías renovables.
AFEC, la asociación sectorial de fabricantes de equipos para sectores esenciales de nuestra sociedad -como equipos de climatización; bombas de calor; ventilación; equipos de mejora de calidad de aire interior o sistemas de regulación y control, entre muchos otros-, impulsa a través de sus actividades un mercado que ha crecido más de un 21% en el año 2022 de manera sostenible.
Nuestra sociedad lleva décadas modificando las condiciones de la naturaleza, los ecosistemas y el clima. Quizás esto no sea perjudicial per se, pero sí lo es si se hace sin proyectarlo hacia el necesario equilibrio que garantice la sostenibilidad.
«Descarbonizar la demanda eléctrica es clave, fundamental e indispensable si queremos un futuro sostenible y con independencia energética»
Nuestro estado del bienestar -que pasaba por un progreso tecnológico marcado por la multiplicación de dispositivos personales, familiares y empresariales; el consumismo y la renovación de aparatos con un menguante ciclo de vida; la creciente generación de residuos y el coste añadido de destrucción responsable de los mismos o la globalización del comercio y el transporte, entre otros factores- ha provocado un gran caos en nuestra precaria atmósfera.
Las excesivas y destructivas emisiones de carbono nos obligan a descarbonizar lo que antes hemos carbonizado si queremos regresar a estados estables de desarrollo sostenible. No vale seguir actuando como hasta ahora, hay que hacer las cosas de manera distinta: renovarse o morir. Hablando de ‘renovarse’, no es casualidad que oigamos hablar tanto de energías renovables: descarbonizar nuestra demanda eléctrica es clave, fundamental e indispensable si queremos tener un futuro sostenible y hacer de España y de Europa regiones con independencia energética que garanticen una fortaleza socioeconómica sólida.
Pioneros en energías renovables
España es un país pionero en algunas tecnologías renovables y tenemos la obligación moral y vital de aprovecharlas al máximo. Energías como la eólica, la solar térmica, la fotovoltaica o la biomasa son punteras en España. Y, en el caso de la descarbonización de instalaciones térmicas – la calefacción; el aire acondicionado; la climatización y la producción de agua caliente sanitaria, tanto en el ámbito doméstico como en el comercial, industrial o terciario -, tenemos la mejor tecnología disponible basada en renovables (según recogen fuentes europeas y globales): la bomba de calor, también conocida como aerotermia, geotermia o hidrotermia.
La bomba de calor fue tildada de “reina de la descarbonización de las instalaciones térmicas” recientemente en un foro nacional. Esta ‘reina’ visitó el pasado día 21 de febrero el recinto de Ifema, la feria de Madrid, en el marco de Spirec, la Conferencia Internacional de Energías Renovables, que en la anterior edición se celebró en Corea, y este año en España de la mano del IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía), perteneciente al Miteco (Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico).
En esta conferencia, paralela a la feria sectorial de Genera, la Presidencia del Gobierno y representantes de carteras relacionadas con la transformación energética acogieron a figuras relevantes a nivel mundial del entorno de las energías renovables con el objetivo de compartir experiencias y mejorar las prácticas sobre el despliegue de las mismas.
Internet ya supone más del 7% del consumo energético mundial
AFEC, que representa bajo el paraguas asociativo a la mayor red de expertos en bomba de calor, estuvo en Spirec debatiendo sobre estrategias para paliar el efecto de una sociedad ‘energívora’, en la que nuestro creciente uso de internet supone ya más del 7% del consumo energético mundial. La limitación de los recursos naturales y de las materias primas, las barreras comerciales y políticas al comercio y muchas otras restricciones hacen necesario cambiar las reglas de juego para evitar volver a depender de productos, suministros o componentes que salen de nuestras fronteras europeas: por eso hablamos de economía circular o de productos kilómetro-cero.
Y nuevamente, nuestra ‘reina’ la bomba de calor se coronó. Es una tecnología madura; fiable; versátil; eficiente; sostenible y con un coste de ciclo de vida económicamente insuperable. Su mercado está al alza, con un crecimiento continuo en ventas, una proyección de despliegue recogido en los planes de recuperación españoles y europeos y una inversión en I+D+i creciente. Además, cuenta con el apoyo de la Unión Europea (por ejemplo, con el RePowerEU y los fondos Next Generation): se están invirtiendo más de 15.000 millones de euros en Europa en infraestructura productiva para su fabricación, dando una enorme confianza al estar en los planes europeos hasta 2050.
«AFEC estuvo en SPIREC debatiendo sobre estrategias para paliar el efecto de una sociedad adicta al consumo energético»
En 2023 se vendieron en Europa 3 millones de unidades de bomba de calor, completando un parque de 20 millones instaladas desde 2009. Esto supone más de 1507 GW (gigavatios) de potencia total estimada. Entre 2017 y 2019, el 48% de las nuevas patentes de bombas de calor para calefacción se desarrollaron en Europa (Japón, el 12%, EEUU, el 8%, Corea, el 5% y China, el 5%).
Este sistema de climatización eficiente, que cuenta con una regulación y un control adecuados y un buen mantenimiento, reforzó en 2022 su papel como solución fundamental para la reducción de la dependencia energética de combustibles fósiles en instalaciones térmicas de calefacción, refrigeración, ACS y procesos industriales.
Por todas estas razones, y otras tantas más que podrían llenar muchas más páginas, debemos considerar la bomba de calor como una opción fundamental para salvar nuestro medioambiente y nuestro planeta.
