“Nunca hemos estado mejor preparados como país para hacer frente a una revolución industrial”
Las empresas se han visto obligadas durante los últimos años a hacer frente a numerosos cambios debido a la acelerada transformación digital, una revolución a la que no toda la sociedad ha sabido adaptarse de la misma forma.
Capital conversa sobre digitalización empresarial y retos a los que las compañías deben hacer frente en la actualidad con Luz Usamentiaga, directora general de Regulación, Asuntos Públicos y Sostenibilidad de la Fundación Orange España, en el marco de su vigésimo quinto aniversario.
La Fundación Orange cumple 25 años este 2023. ¿Qué balance hacen de este cuarto de siglo?
En este tiempo, Fundación Orange ha sido testigo activo de una transformación sin precedentes. La digitalización ha cambiado nuestra manera de relacionarnos, de trabajar y de disfrutar de nuestros momentos de ocio. Y durante todos estos años, la vocación siempre ha sido la misma, ayudar a que la tecnología sirva para que las personas vivan mejor, especialmente aquellas que están en situaciones de vulnerabilidad.
A lo largo de estos años, hemos desarrollado un gran número de proyectos innovadores, con las tecnologías digitales como hilo conductor, y hemos colaborado en la concienciación sobre problemáticas poco conocidas por nuestra sociedad, apoyando causas sociales y solidarias.
Por ilustrarlo con algunas cifras, hemos destinado más de 55 millones de euros a los proyectos realizados por la Fundación, que han tenido un impacto positivo en la vida de más de siete millones de beneficiarios.
Tengo que decir con toda humildad, que son cifras que nos hacen sentirnos muy honrados, porque reflejan nuestro compromiso y nuestra vocación de servicio a la sociedad de la que nos sentimos parte.
Y quiero destacar, finalmente, un hito del que nos sentimos particularmente orgullosos y que proyecta a nuestra Fundación hacia el futuro: en 2020, lanzamos en España el proyecto Orange Digital Center, una plataforma de formación online gratuita y abierta a todos que, en 2023, hemos convertido, además, en un espacio físico en Madrid, que esperamos que sea una referencia para la ciudad y para todo el país en lo que se refiere a acercar las competencias digitales a los grupos más vulnerables. Además de convertirse en un punto de encuentro para emprendedores, familias y miembros de la comunidad educativa.
¿A qué retos se han enfrentado? ¿Y cuáles tienen por delante?
En la Fundación Orange, al igual que en Orange en su conjunto, creemos que la tecnología es una herramienta y una oportunidad para mejorar la vida de las personas. Por ello, nuestros principales proyectos sociales durante estos 25 años han tenido como protagonistas a colectivos en riesgo de exclusión, como los jóvenes y mujeres en situación vulnerable o las personas con autismo.
Estamos convencidos de que, para todos ellos, la formación en competencias digitales, en soft skills y la tecnología ofrecen oportunidades para mejorar su empleabilidad porque abre muchas puertas en materia de comunicación, educación o empleo.
Nuestros planes y nuestro compromiso pasan por impulsar la educación en competencias digitales e intensificar nuestros esfuerzos en este sentido, a través, como indicaba antes, del crecimiento de nuestro Orange Digital Center, en el que estamos desarrollando acuerdos con colaboradores públicos y privados para ganar escala y ofrecer la formación que la sociedad y el mercado laboral están reclamando.
Para conseguirlo, creemos que es imprescindible la implicación de Administraciones, comunidad educativa, empresas, otras fundaciones… Unidos todos en la búsqueda de nuevas fórmulas que motiven a los alumnos, especialmente a los más vulnerables, a sacar el mayor partido de la nueva sociedad digital para mejorar sus expectativas de futuro.
En cuanto a la brecha digital en España, las mayores diferencias se dan en función de la edad. ¿Cómo se puede ayudar a que estas cifras mejoren?
La inclusión digital de la población mayor ha sido, y continuará siendo, un desafío al que es necesario dar una respuesta adecuada desde la colaboración público-privada. Nuestros mayores nos aportan mucho y no podemos dejarlos atrás. Además, la digitalización también ofrece a nuestros seniors enormes posibilidades para mejorar su día a día y acceder a servicios que les facilitan su vida.
Los esfuerzos que, desde distintos ámbitos, realizamos para integrarlos en el universo digital han ido dando fruto año tras año, avanzando en el cierre de la brecha digital de edad. No obstante, todavía queda camino por recorrer, pero merece la pena cualquier esfuerzo que dediquemos a cumplir con este objetivo. Sin duda alguna, ellos lo merecen y nosotros se lo debemos.
Desde la Fundación Orange, y desde la misma Orange, estamos muy comprometidos con esta cuestión a través de distintas actividades de formación, online o presenciales, pero siempre gratuitas, que tienen lugar tanto en las tiendas de Orange, como en el Orange Digital Center físico o en la plataforma online.
Estas formaciones presenciales, muy prácticas y dinámicas, han ayudado ya a más de 4.000 mayores de 65 años a vencer sus miedos, a ser más independientes y a mejorar su calidad de vida, aprovechando todo el potencial que la tecnología puede ofrecerles. De ahí que la satisfacción media de los participantes sea de un 9,8 sobre 10.
Y eso sucede porque no solo les aporta capacidades en lo más básico del uso del móvil o de una tableta, también les ayuda en habilidades más avanzadas -pedir cita en el médico, pagar con Bizum…-. Lo valoran mucho, y eso se nota. Acabamos de lanzar una iniciativa de la mano de Policía Nacional para formarles en el uso seguro de internet.
Desde la Fundación, ¿de qué forma ayudan a que exista una mayor inclusión digital?
Acabar con la brecha digital pasa primero porque todo el mundo tenga acceso a la tecnología. Y para dar respuesta a ello, tanto desde Orange como desde nuestra Fundación aportamos soluciones y propuestas como la primera Tarifa Social convergente del mercado español (que lanzamos, además, en plena pandemia); los Gigas Solidarios, para dar acceso y dispositivos a quienes no pueden tenerlos y que no se queden atrás; o el Orange Digital Center, en el que facilitamos no solo las herramientas sino también la formación, tanto online como en un espacio físico dedicado, con múltiples posibilidades para colectivos en riesgo de exclusión.
Y seguimos en marcha. He de decir, en este sentido, que celebramos este cumpleaños de la Fundación Orange en plena forma, con más de 110 aulas de formación en tecnología abiertas en toda España. Así, por ejemplo, hemos abierto recientemente un nuevo GarageLab y van 34. A través de los GarageLab, afrontamos el problema del abandono escolar, enseñando a los chicos que más dificultades tienen de adaptación al sistema educativo tradicional habilidades como la fabricación digital o la elaboración de prototipos, actividades diferentes que les infunden confianza, les devuelven el interés por los estudios y les enseñan valores como el trabajo en equipo, que tan útiles serán para facilitar su acceso al mundo laboral.
En la misma línea, llevamos a cabo el programa Edyta, encaminado a empoderar y facilitar la empleabilidad de mujeres vulnerables a través del desarrollo de sus capacidades personales y digitales. Desde el año 2017, hemos abierto ya 22 aulas diferentes repartidas por todo el territorio nacional.
No puedo olvidarme de una causa en la que llevamos trabajando más de 15 años: el uso de herramientas digitales para ayudar a las personas con autismo a aprender y a comunicarse. Tenemos un programa muy potente en España, Junto Al Autismo, a través del cual hemos impulsado el desarrollo de más de 20 soluciones digitales gratuitas para personas con TEA en colaboración con universidades, expertos, empresas, asociaciones de usuarios, incluyendo siempre a los usuarios finales en el proceso de perfeccionamiento de dichas herramientas.
Hace pocos meses hemos añadido otra noticia positiva al mismo con el lanzamiento de Comunitecaa, una aplicación, gratuita y disponible tanto para móvil como para ordenador, que propone un espacio de comunicación, seguro y privado. Además de permitir la comunicación entre las personas que la integran, como si de una red social se tratara, establece objetivos compartidos, actividades y recursos que permiten el progreso en el desarrollo de la persona autista y las que forman su entorno, de modo que puedan aprender conjuntamente.
¿Cómo se debería innovar en educación en España para construir una sociedad más igualitaria?
La contribución de la digitalización es clave para conseguir una sociedad más igualitaria, dada su capacidad para abrir nuevas oportunidades de desarrollo personal y profesional. Sin embargo, sabemos bien que este avance de la sociedad digital requiere de la existencia de profesionales cualificados que lideren el desarrollo de las tecnologías y servicios digitales.
Otro aspecto a destacar en el ámbito de las competencias digitales es la limitada participación de la mujer en el diseño y construcción de la sociedad digital. Nosotros trabajamos, en dar a conocer esos referentes femeninos que servirán de ejemplo a las jóvenes con el fin de que se animen a elegir carreras y formación científicas y técnicas y hacer crecer así el papel de la mujer en este futuro digital.
El Premio Mujer y Tecnología, que cada año otorgamos, a través de la Fundación Orange, en Segovia, y que ha tenido entre sus agraciadas más conocidas a la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Economía y Transformación Digital, Nadia Calviño, gran impulsora de iniciativas que tienen que ver con la digitalización de nuestro país y también con el rol de la mujer en el entorno digital.
¿Es posible el equilibrio entre una sociedad digitalizada y otra humanizada?
No solo es posible, sino necesario. El desarrollo tecnológico que se prevé para los próximos años tiene que partir de una premisa clara: los avances digitales deberán estar siempre al servicio de las personas. Especialmente, de las que más dificultades tienen para acceder o hacer uso de ella.
Un aspecto clave para avanzar en esta humanización es la accesibilidad. Este requisito es imprescindible para que las personas con algún tipo de discapacidad visual, auditiva, intelectual o motora puedan disfrutar en igualdad de condiciones de los beneficios que proporcionan las tecnologías digitales.
Aunque es un concepto arraigado en nuestro sector, el tecnológico, todavía es necesario insistir en él, dado que la penetración de la digitalización en todas las facetas de la vida de las personas, que se incrementará en los próximos años, hace de las tecnologías digitales herramientas indispensables. Si estas no son accesibles, se estará excluyendo del proceso de transformación digital a las personas con discapacidad o con dificultades. No podemos permitirlo.
Y, hablando de economía, ¿cree que será la digitalización una de las claves para la recuperación económica?
Sin duda, la digitalización abre grandes posibilidades de desarrollo económico para un país como España, que se codea con los líderes digitales europeos cuando partía de una clara situación de desventaja a finales del siglo pasado. Este proceso ha sido desencadenado por el intenso despliegue de infraestructuras de red en España, que no hubiera sido posible sin las elevadas inversiones que hemos realizado de forma continua las empresas del sector. Solo por dar un dato que lo ilustra, desde 1998, la inversión media anual que hemos realizado los operadores supera los 5.500 millones de euros.
Nunca hemos estado mejor preparados como país para hacer frente a una revolución industrial como la que supone la digitalización y no podemos dejar pasar esta oportunidad de liderar en este nuevo entorno.
La digitalización de las pymes es sin duda un reto que debemos abordar y debemos realizar con éxito porque abrirá enormes oportunidades en un país como el nuestro, con un tejido productivo en el que las pymes representan más de un 90% del tejido empresarial. Y en Orange estamos empeñados en ser un colaborador activo y necesario para que consigan una transformación con éxito.
La sostenibilidad todo lo impregna, ¿cómo podemos diferenciar entre la que es real, con impacto, y el socialwashing o greenwashing?
Por los resultados logrados, que, en el caso de Orange, son muy elocuentes. Estamos muy orgullosos de poder decir que, tras reducir en un 57% nuestras emisiones de CO2 a la atmósfera en 2022 respecto al año anterior, gracias a las distintas acciones de reducción y a la innovación que hemos incorporado a nuestras operaciones.
Vamos a alcanzar la neutralidad en emisiones de carbono en España en 2023 y para ello impulsamos medidas de compensación arraigadas en nuestro entorno. La reforestación del “Bosque Orange”, en Ejulve (Teruel), en el cual ya hemos plantado más de 32.600 árboles (en unas 40 hectáreas), que llegarán a absorber 9.750 Tn de CO2 y que llegará a 54 hectáreas a lo largo de este año, forma parte de nuestro compromiso con la sociedad.
Es un orgullo decir que, en 2020, hicimos de Orange la primera empresa de telecomunicaciones en completar la certificación ‘Calculo, reduzco y compenso’ del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, mediante la Oficina Española del Cambio Climático, con la que se reconoce el esfuerzo que realizamos en la compañía en el ejercicio de reducción de emisiones.
Y no quiero olvidarme de destacar que garantizamos, -y lo hacemos desde 2014- que toda la energía eléctrica consumida de forma directa a través de nuestras actividades es 100% renovable. Para mantener este compromiso, hemos firmado un acuerdo PPA con Iberdrola, que se extiende hasta 2031 y que ha impulsado, por ejemplo, la construcción en Extremadura de una de las plantas fotovoltaicas más grandes de Europa.
Estamos convencidos de que iniciativas como estas, que sitúan la sostenibilidad en el centro del compromiso y la responsabilidad social de las empresas, son de gran ayuda en la lucha contra el cambio climático, un enemigo contra el que todos -administraciones, organizaciones, compañías y ciudadanos- debemos unir fuerzas.