Pedro Sánchez contaría con 179 apoyos para convertirse en presidente del Gobierno, por lo que la previsión es que salga investido en la primera votación de este jueves

El presidente ha desgranado su política social para los próximos años, haciendo énfasis en los «impuestos a los ricos», el Bono de Alquiler Joven y el IVA de los alimentos

A su vez, Sánchez ha aprovechado para cargar contra la oposición, mientras defiende la amnistía como «necesaria» para la reconciliación con Cataluña y los implicados en el procés

Este miércoles, el debate sobre la investidura ha dejado claro que Pedro Sánchez podrá ser investido mañana mismo si no hay sorpresas de última hora. Con más de 1.600 policías vigilando los alrededores del Congreso de los Diputados, Sánchez ha plasmado sus ideas sobre el próximo gobierno en un discurso que ha seguido la línea de polarización que vive la política española en los últimos años.

Israel, Ucrania, emergencia climática

Nada más comenzar su discurso, el presidente hacía referencia a la emergencia climática y a la sostenibilidad, recalcando la poca importancia que los gobiernos de derechas le dan al cambio climático en todo el mundo. Además, ha hecho hincapié en la necesidad de seguir apoyando a Ucrania en su lucha contra el invasor, al menos «hasta que el último soldado ruso haya abandonado el territorio ucraniano».

Pero sin duda, el dato más relevante de su reflexión ha sido su compromiso para el reconocimiento del Estado palestino, algo por lo que ha asegurado que «luchará en España y en Europa». A su vez, Sánchez ha exigido el final de las hostilidades en la Franja: «Con la misma determinación que apoyamos a Ucrania, exigimos el alto el fuego inmediato de Israel en Gaza y el respeto al derecho internacional humanitario», ha afirmado.

Crecimiento de la ultraderecha

El candidato a la investidura ha dicho que toca decidir entre avanzar en la defensa de los servicios públicos o volver a postulados «neoliberales y austericidas». «Frente a esta opción reaccionaria, se alza la que apuesta por el avance, la consolidación de las conquistas sociales, la seguridad de la solidaridad organizada. Toca decidir si afrontamos los retos de cara o dejamos que la desigualdad se desboque y propiciamos una catástrofe medioambiental», aseguraba Sánchez.

Mediante esta crítica sobre lo que ha denominado como «ultraderecha retrógrada», el presidente en funciones ha asegurado que los partidos de la oposición planean desmantelar todos los avances sociales logrados en los últimos años.

A su vez, Sánchez se ha mostrado «preocupado» por el incremento de la popularidad de la extrema derecha en países como Argentina, Polonia o Hungría.

«Las derechas han bajado los impuestos a las rentas más altas al tiempo que han dejado a niños si comidas en comedores escolares», enfatizaba el presidente. Esta situación ha propiciado las primeras protestas sonoras de la cámara, que ha requerido de la mediación de la presidenta del Congreso, Francina Armengol. «Se les va a hacer muy larga mi intervención, señorías», ironizaba Sánchez.

«Se dirá que no hay nada definitivo en la agenda reaccionaria de PP y Vox, pero la historia enseña que así comienzan las oleadas reaccionarias. Si seguimos dando cotas de poder a la extrema derecha, aumentará su agresividad y se mimetizarán con sus referentes internacionales», ha sentenciado.

Finalmente, ha cargado también contra la oposición en Madrid, aduciendo que «en Madrid, el PP es indistinguible de los elementos más exaltados de la extrema derecha». 

Programa social

Tras terminar con las críticas a la oposición, Pedro Sánchez ha comenzado a desgranar parte de su programa para los próximos cuatro años. «El 75% de nuestros compatriotas piensan que hay que reforzar el estado del bienestar y que para eso hay que aumentar impuestos a grandes fortunas y grandes empresas, incluso entre los votantes de la derecha», ha afirmado.

«Vamos a acabar con las vías de evasión fiscal de las grandes fortunas. Mientras gobernemos, van a pagar más que el resto, porque lo que dice la Constitución es que contribuya más quien más tiene», ha matizado.

El presidente ha destacado que «la economía que más va a crecer en 2024 es la española», al tiempo que ha subrayado la baja inflación que sostiene nuestro país.

También ha anunciado la extensión de la rebaja del impuesto sobre el valor añadido (IVA) de los alimentos hasta junio de 2024 y la gratuidad, a partir del 1 de enero, del transporte público para todos los menores y jóvenes y para las personas desempleadas. Se trata, en concreto, de la supresión del IVA del 4% que se aplica a todos los alimentos de primera necesidad (pan, harina, leche, queso, huevos, etc.) y de la rebaja del 10% al 5% del aceite y la pasta. Sobre si se prorrogará la reducción del IVA en la factura de la luz y gas no se ha pronunciado, medida que también expira el 31 de diciembre.

Sánchez también ha anunciado que en el corto plazo, en los próximos meses, se elevará el umbral de renta media de los 30.000 euros actuales a los 38.000 euros para que más familias puedan acogerse a las medidas de alivio hipotecario en vigor.

Respecto a la vivienda, se ha comprometido a incrementar el Bono Alquiler Joven y a habilitar hasta 183.000 de viviendas públicas. El objetivo del incremento del Bono Alquiler, que en la actualidad consiste en una ayuda de 250 euros para jóvenes menores de 35 años, pasaría por ayudar a una más temprana emancipación de los jóvenes, ha dicho Sánchez, que ha aprovechado para instar a los gobiernos autonómicos, que son los que gestionan la ayudan, de PP y Vox a que desarrollen con más ahínco esta medida.

Eso sí, el candidato no ha precisado en qué consistiría este aumento del bono. A lo largo de su discurso el candidato socialista también ha remarcado otra de las medidas incluidas en el acuerdo de coalición entre PSOE y Sumar, como es la concesión de un aval estatal del 20% para la compra de primera vivienda.

Sobre las grandes fortunas, ha puesto de manifiesto su ideal de terminar con  «las vías de evasión fiscal de las grandes fortunas», expresando claramente que «mientras gobierne su partido, van a pagar más que el resto».

El candidato anuncia que se va a recuperar la Comisión Nacional de Energía, cerrada por el PP, y a cerrar pozos y regadíos ilegales. Por último, ha expresado su repulsa hacia la frase pronunciada por Isabel Díaz Ayuso relativa a la justicia social, asegurando que «el gobierno que representa no considera la Justicia social una aberración, sino la condición misma de la vida en sociedad». 

Feminismo, abusos y amnistía

Sánchez se ha referido al feminismo y ha repetido varias citas machistas, «afirmaciones que parecen sacadas de un manual de la Sección Femenina», pero que son «declaraciones públicas de dirigentes de Vox». 

A su vez, avanza una ley de representación paritaria para «romper los techos de cristal», ampliar los servicios de maternidad y paternidad, universalizar la educación desde los 2 años y ayudando a las familias monoparentales. «Por cada euro que un gobierno local o autonómico retire a la prevención de esta lacra, nosotros dedicaremos 10». «Por cada minuto que Vox niega a las víctimas, nosotros dedicaremos todo nuestro tiempo», sentenció el candidato del PSOE.

Sobre los abusos cometidos por la Iglesia, ha concretado que se ve a reforzar el marco jurídico para que la responsabilidad civil no prescriba». Además, se va a crear un fondo estatal para indemnizaciones a las víctimas e instar a la Iglesia al reconocimiento y reparación de las víctimas. 

Por fin, llega el turno de la unidad nacional. Sánchez ha prometido medidas de «cohesión territorial» y «corresponsabilidad fiscal» entre territorios.  «Hemos auxiliado a las comunidades autónomas, hemos entregado más recursos que ningún gobierno anterior. En cinco años, un 40 % más que en los últimos años del gobierno de Rajoy, 180.000 millones de euros más, y eso sin los fondos europeos», ha dicho el presidente.

Sobre la convivencia con Cataluña, el candidato afirmaba rotundamente: «En la discordia no puede haber prosperidad, por eso nuestros abuelos hicieron la convivencia uno de los principios rectores, por eso debemos impulsar la convivencia y el perdón, para apostar por un futuro de reconciliación y concordia». 

 «La pregunta es cómo garantizamos la unidad. Hay dos alternativas: por la vía de la imposición y crispación social, o por la vía del diálogo, entendimiento y perdón. El PP probó la primera receta, y el número de catalanes partidarios de independizarse alcanzó cotas históricas y se incendiaran las calles (…) La mayor crisis territorial, institucional, constitucional de la democracia». 

En cualquier caso, el eje que marca toda la sesión de investidura es la amnistía. «Necesitamos más motivos [para una España unida] y valentía para construirlos. Vamos a apostar por el diálogo, para alcanzar una idea igual en las cuatro lenguas: concordia. Por eso, en nombre de España y del interés de España, y de la concordia, vamos a conceder la amnistía a las personas encausadas por el procés«, dictaminaba Sánchez.

«¿Qué prefieren la mayoría de ciudadanos, la Cataluña de 2017 o la de 2023? ¿Qué política beneficia más a la gente, la del enfrentamiento que defiende PP y al cuadrado Vox, o la del entendimiento que defendemos una amplia mayoría de grupos?», se ha preguntado Sánchez.

«La amnistía es perfectamente legal, acorde con la Constitución, se aplica en otros países [protestas del PP] (…) Y el Tribunal Constitucional ha rubricado anteriormente. Por eso quiero pedir al PP una mínima responsabilidad. Que no continúen por la senda marcada por Vox alimentando conspiraciones y comportamientos antidemocráticos».

«Si el PP se considera un partido de Estado no puede actuar al dictado de una formación ultraderechista», ha afirmado el presidente. Ha dejado patente que «el PP también amnistió a terroristas de Terra Lliure cuando necesitaba los votos, por lo que ha pedido que «no se insulte a la memoria de los españoles.

Sánchez ha concluido su intervención de la siguiente manera: «La amnistía se va a aprobar con luz y taquígrafos y total transparencia, con todas las garantías jurídicas, el voto mayoritario de la cámara electa, no va a ser un ataque a la Constitución, sino una muestra de su fortaleza y vigencia».