La compañía de telecomunicaciones Telefónica aborda su ‘Día del inversor’ con el fondo de su plan estratégico, la inversión saudí, la posible entrada del Estado en su capital y la OPA de su filial alemana
Las noticias sobre Telefónica están protagonizando las portadas de los diarios económicos estas últimas semanas. El sector de las telecomunicaciones se muestra especialmente inquieto, con la operación entre Orange y MasMóvil en el aire, Digi al acecho y el fondo de inversión Zegona, que se ha hecho con Vodafone España.
Telefónica no es una excepción en este voluble tablero y, de hecho, está recibiendo una gran atención mediática y social por lo enraizada que se encuentra la compañía en la sociedad española, así como por su pasado como empresa pública. El ‘Día del Inversor’ de la compañía que preside José María Álvarez-Pallete llega en un momento en el que se mira con lupa cada movimiento.
Esta atención procede, sobre todo, de la entrada del grupo saudí STC en el capital de la empresa, que puso en alerta a la propia Telefónica y también al Gobierno, dado que presta numerosos servicios sensibles para los intereses del Estado. STC anunció la adquisición del 9,9% de las acciones por un total de 2.100 millones de euros, divididas entre un 4,9% de acciones directas y el resto en propiedad indirecta.
Dado que se trata de una compañía con intereses en el ámbito de la defensa nacional, la entrada de un inversor extranjero en un porcentaje superior al 5% requiere la aprobación del Ministerio de Defensa. Por el momento, desde el organismo que encabeza Margarita Robles no se ha especificado si se ha recibido una petición de STC.
La preocupación del Ejecutivo de Pedro Sánchez sobre el tema ha llevado a sondear la posibilidad de adquirir acciones de la teleco por medio de la SEPI. La entidad pública está valorando sus opciones de participar en una empresa estratégica como es Telefónica. Sí se ha confirmado que se está estudiando la posibilidad, pero no cómo ni cuánto. En el entorno mediático se habla de un 5%, lo que requeriría una inversión de 1.000 millones de euros. Por otro lado, esta entrada podría realizarse de la mano de otros grandes empresarios españoles, pero no hay certezas al respecto. De hecho, la prudencia ha sido la respuesta más habitual de los ministros que han sido cuestionados por el tema.
También queda por aclarar cuál es el futuro de Telefónica Tech, la filial tecnológica. La idea era vender la compañía por alrededor de 2.000 millones de euros, según publicó Bloomberg. Es más o menos la misma cantidad que necesitaría la empresa para adquirir la totalidad de su filial alemana, según avanzó este mismo martes.
La OPA supone la intención de adquirir el 28% del capital de Telefónica Deutschland que no posee la matriz. De esa forma, la oferta alcanza una prima del 37,6% sobre el precio de cierre del lunes. Si la operación se confirma, supondría la aportación de los resultados de Telefónica Deutschland al conjunto del grupo. Dichos resultados ascendieron a 125 millones hasta septiembre.
Es de suponer que estos movimientos tienen que ver con el plan estratégico de Telefónica para el periodo entre 2023 y 2026. En dicho plan también se incluye un plan de bajas que afectaría a un máximo de 5.000 trabajadores, si bien las expectativas señalan a que aceptarán la salida entre 2.500 y 3.000 personas. Este plan de salidas tendría un coste de 1.000 millones de euros, más otros 200 millones para despedir a 300 personas del área de corporativo, directivos de otras filiales y del entorno del presidente de Telefónica.