Las dos mayores ciudades de España representan modelos de gestión opuestos en las elecciones de este domingo, con la vuelta del PP al Ayuntamiento de Madrid tras el paso de Manuela Carmena y la agenda social de Ada Colau en Barcelona
En las últimas elecciones municipales en Madrid la derecha consiguió dar un vuelco, pese a que el PP, que ostenta la alcaldía, quedó un escaño por detrás de Más Madrid, con Manuela Carmena como alcaldesa en ese momento.
La alianza con Ciudadanos permitió al PP recuperar la capital de España, si bien ahora el partido naranja podría desaparecer del mapa. El contexto actual otorga una clara ventaja al candidato popular, José Luis Martínez-Almeida que, no obstante, necesitaría el puñado de votos de Vox para gobernar porque no alcanzaría la mayoría absoluta, según las encuestas. De ese modo, los escaños que alcance el partido liderado por Javier Ortega Smith resultarán clave para la gobernabilidad.
Esa parece la alternativa más probable y Martínez-Almeida, consciente de ello, defiende su gestión en estas elecciones como su mejor carta de presentación. Como principal promesa, el candidato del PP dijo en 2019 que echaría abajo Madrid Central, cosa que no hizo y, de hecho, las restricciones se extienden hasta 2025. Entonces, los coches sin etiqueta ambiental no podrán acceder a la ciudad.
Otra de las promesas era el soterramiento de la A-5 en el Paseo de Extremadura. Tampoco se ha iniciado el proyecto. En un documento presentado en febrero de este año, el PP presumió de «99 deberes hechos», entre los que destacan rebajas fiscales que ahorraron más de 600 millones de euros, si bien hay que señalar que parte de estas rebajas tiene que ver con las bonificaciones por el covid-19. Además, se ha incrementado el presupuesto en un 27%.
Entre las promesas para la próxima legislatura, el alcalde de Madrid promete enterrar el norte del paseo de la Castellana, plantar medio millón de árboles durante su legislatura, reducir el IBI y erigir diez nuevos centros de mayores.
La otra posible alternativa, aunque según las encuestas es poco probable -se necesitarían cuatro escaños más-, es la que lideraría Rita Maestre, candidata de Más Madrid en las elecciones. Su programa electoral contiene tres medidas estrella, como crear más vivienda pública, reformar el Plan General de Ordenación Urbana y acabar con el scalextric de Puente de Vallecas. No obstante, también propone limitar las subidas de los alquileres y regular el mercado.
Barcelona, en el aire
Los sondeos reflejan mucha igualdad en la capital catalana. Se estima que los tres primeros partidos, PSC, Junts y Barcelona En Comú, obtendrían en torno a diez escaños de un total de 41. De ese modo, el partido que perdería más peso sería Esquerra (ERC), que pasaría de diez a siete concejales, mientras que Junts prácticamente duplicaría su representación, con el exalcalde Xavier Trias a la cabeza.
Esta configuración, con un triple empate, haría imprescindible un pacto a tres bandas. Recordamos que la actual alcaldesa, Ada Colau, fue reelegida gracias a los votos del PSC y de Manuel Valls, de Ciudadanos, que votó a favor de su candidatura y cuyo partido desaparecería en estas elecciones.
Así las cosas, el PSC, con Jaume Collboni como candidato, obtendría más votos que nadie, pero necesitaría el apoyo de otro partido, que podría ser el de Ada Colau, como en la actual legislatura. También podría darse un pacto entre Collboni y Trias (Junts), cosa que Colau dice temer. Además, sería necesario el voto a favor de otra formación, como podría ser ERC.
No obstante, también cabe la posibilidad de que Ada Colau vuelva a poseer el bastón de mando por medio de un pacto con los demás partidos independentistas, como son Junts y ERC, si bien es cierto que las propuestas de Colau y Trías tienen un encaje más problemático. Como se puede ver, hay múltiples opciones y en todas ellas sería necesaria la participación de ERC. También cabría la posibilidad de un pacto en el que estén PSC y Junts más un tercero, aunque esto parece menos probable.
Con todo, más allá de los pactos que se den después, a la publicación de este artículo se puede esperar o bien la reelección de Colau (Barcelona En Comú) o la victoria de Collboni (PSC). La actual regidora tiene en su agenda seguir dando la batalla en campos como la vivienda. Así, pretende incrementar el número de viviendas públicas, a la vez que limita las que pueden dedicarse al turismo.
Por otro lado, se plantea priorizar el transporte público, a la vez que se reduce el tráfico en gran parte de la ciudad. Con respecto a la seguridad, dice querer incrementar la presencia de agentes en el turno de noche. De hecho, la inseguridad callejera es una de las preocupaciones que más han aumentado entre los barceloneses. De su mandato pueden destacarse varios hitos, como la implantación de la zona de bajas emisiones o el aumento de carriles bici.
Su principal adversario y quien lidera ahora las encuestas, Jaume Collboni, pone el foco en otras cuestiones. En primer lugar, pretende crear una oficina de vivienda joven con la que enfrentar el problema de la vivienda. Asimismo, entre sus propuestas aparecen el incremento de los parques y zonas verdes de la ciudad, además de apoyar la compra de vehículos eléctricos.